martes, junio 11, 2013

Sensemayá

Sensemayá (Canto para matar a una culebra) es un poema del cubano Nicolás Guillén. En 1934 Guillén publicó una serie de 17 poemas con el título de West Indies Ltd. Uno de ellos, "Sensemayá" (canto para matar a una culebra).
A partir de ese poema, son varios los artistas que interpretaron de forma muy diversa su obra. Por ejemplo Silvestre Revueltas, un compositor mexicano modernista de la primera mitad del siglo XX, al escucharlo de viva voz del poeta, compuso una sinfonía, sintió la enorme cadencia y ritmo que el estribillo inicial poseía: Mayombé-bombé-mayombé! Mayombé-bombé-mayombé!
Por otro lado, el conjunto musical chileno Inti Illimani hace una adaptación de ese poema.
También lo interpretaron el conjunto de música para niños "Canciones para no dormir la siesta", adaptando la letra de Guillén y haciendo además un cuento de Sensemayá en la voz de quien fuera uno de sus principales integrantes Horacio Buscaglia. Hoy salió variadito! que lo disfruten!

Versión: Nicolás Guillén (Cuba)

Versión: Silvestre Revueltas (México) (interpreta la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana «Simón Bolívar»)



Versión: Inti Illimani (Chile)

Versión: Horacio Buscaglia - Cuento de Sensemayá

Versión: Canciones para no dormir la siesta (Uruguay)

Letra:

¡Mayombe—bombe—mayombé!
¡Mayombe—bombe—mayombé!
¡Mayombe—bombe—mayombé!

La culebra tiene los ojos de vidrio;
la culebra viene y se enreda en un palo;
con sus ojos de vidrio, en un palo,
con sus ojos de vidrio.

La culebra camina sin patas;
la culebra se esconde en la yerba;
caminando se esconde en la yerba,
caminando sin patas.

¡Mayombe—bombe—mayombé!
¡Mayombe—bombe—mayombé!
¡Mayombe—bombe—mayombé!

Tú le das con el hacha y se muere:
¡dale ya!
¡No le des con el pie, que te muerde,
no le des con el pie, que se va!

Sensemayá, la culebra,
sensemayá.
Sensemayá, con sus ojos,
sensemayá.
Sensemayá, con su lengua,
sensemayá.
Sensemayá, con su boca,
sensemayá.

La culebra muerta no puede comer,
la culebra muerta no puede silbar,
no puede caminar,
no puede correr.
La culebra muerta no puede mirar,
la culebra muerta no puede beber,
no puede respirar
no puede morder.

¡Mayombe—bombe—mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe—bombe—mayombé!
Sensemayá, no se mueve…
¡Mayombe—bombe—mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe—bombe—mayombé!

Sensemayá, se murió.

2 comentarios:

Romina dijo...

Trabajé en el jardín hace unos años, la versión de Canciones para no dormir y los gurises se engancharon tanto.. que después me costó un laburo chino que quisieran cantar otra cosa!!
Qué lindos recuerdos...!

Ignacio dijo...

Ja! que linda esa historia.
Es que es muy pegadiza la versión de "Canciones".

beso Romina!
nos vemos!