Hay letras que consiguen transmitir sensaciones o espacios de tiempo y lugar. Esta, para mí, es una de ellas. Uno que es un tipo de ciudad pero que disfruta las pocas veces en el año que tiene la oportunidad de permanecer por unos días en algún lugar cerca de un río, ya sea un camping o en algún monte natural, el momento del amanecer tiene un encanto especial. La exquisita letra del gran Rubén Lena nos transporta. Disfruten! y si quieren... festejen!
Versión: Santiago Chalar (Uruguay)
Versión: Larbanois Carrero junto a Pepe Guerra (Uruguay) - Disco: Cometa sobre los muros
Letra:
Dicho:
Ni rengo ni manco…
La mirada franca,
una pinta blanca,
bien lustroso el anca,
tranco, tranco, tranco.
Cantado:
Cuando empieza a amanecer
y a aclarar el horizonte,
se comienza a divisar
el negro perfil del monte.
Y allí está el Cebollatí,
como un espejo de lindo
y el lucero está temblando
sobre las aguas del río.
Mañanita no te apures,
que el silencio está quietito
y en las puntas de los pastos
está dormido el rocío.
El verde oscuro del junco
se hace negro en el bañado
y el Juan Grande anda en lo suyo
pensativo y cabizbajo.
La noche se hizo la ciega
pero ha sentido remando
y el río como un gran padre,
las soledades velando…
Mañanita no te apures,
que el silencio está quietito
y en las puntas de los pastos
está dormido el rocío.